lunes, 24 de febrero de 2014

PARA PENSAR POR QUE SENTIMOS: DENUNCIA DEL ACOSO A LAS CONTROLADORAS DE COLONIAS



Situémonos en algún país del globo en donde todavía existe el hambre entre la población humana. Imaginemos que llegan enseres en un vehículo de ayuda humanitaria.  Y que los gobernantes o jefes territoriales del propio país los interceptan, amparándose en la ausencia de normas o atreviéndose a promulgar alguna nueva para que la población no sea alimentada.
Qué distinta se vería esta noticia si, en lugar de seres humanos hambrientos, hablamos de gatos en situación de falta de alimento. Una ciudadana de l’Ampolla de Mar (Tarragona) ha recibido varias multas (la última, de 600 euros, ¡casi un salario mínimo interprofesional de 2014 !)  por alimentar colonias de gatos callejeros.
“¡No compare!”, dirán ustedes.
Este post está destinado a reflexionar sobre el largo camino que queda para que empecemos a ver al resto de las especies animales con los mismos derechos y las mismas necesidades que nosotros los humanos. Por cierto, los gatos llegaron antes que nosotros a los territorios donde hemos construido ciudades y urbanizaciones.  ¿No seremos nosotros los usurpadores de los espacios ecológicos? ¿Y aún queremos suprimir a los animales el derecho al alimento?
Un gato siente hambre, frío, tristeza y afecto. No tiene la facultad de articular la palabra para defenderse, pero es otro animal como tu y como yo, sólo que de distinta especie.
Todavía a finales del siglo XIX  algunos seres humanos de otras razas eran exhibidos por el hombre blanco como una rareza en zoológicos y espectáculos. No había leyes que les amparasen ni oídos que escucharan sus voces. Han pasado algo más de cien años, y afortunadamente hoy en día ya somos conscientes la igualdad interracial y de derechos en la especie  humana.
Si dentro de sólo un siglo hubiese una mayoría de humanidad que estimase que los gatos son tan animales como los humanos -o viceversa-; con los mismos derechos  básicos  y el mismo valor de su dignidad,  habríamos dado un paso gigante en pro de una civilización más avanzada, de una conciencia humana más depurada.
Mientras se siga penalizando cualquier acción humanitaria ejercida sobre animales en situación de desamparo, no habremos avanzado un ápice en nuestro grado de cultura y sensibilidad. Seguiremos validando el mismo “¡No compare! “ que hubiésemos  esgrimido ante ciertas desigualdades hace cien o doscientos años.
https://secure.avaaz.org/es/petition/Alcalde_de_lAmpolla_de_Mar_sr_d_Francesc_Arasa_Pascual_RETIRADA_Y_CESE_DE_SANCIONES_A_QUIENES_ALIMENTAN_GATOS_CALLEJEROS/?pv=0