Antes
de tratar de abordar desde cualquier perspectiva el tema del control
de las poblaciones silvestres de gatos hay que tener algo muy claro:
la presencia de colonias felinas no se puede eliminar de ninguna
manera, no se ha podido hacer en ninguna parte del mundo. Partiendo
de esta premisa hay que entender que por la misma causa siempre habrá
personas que protesten en mayor o menor medida por su presencia. La
existencia de gatos silvestres en la ciudad es algo que está ahí,
no se puede evitar; hay que aprender a convivir con ellos y
controlarlos de la forma más efectiva posible.
Los
estudios científicos confirman una y otra vez que eliminando las
poblaciones de gatos de un lugar solo se consigue abrir ese
territorio a nuevos individuos de territorios vecinos ( los
territorios de las colonias se conectan entre si, no son islas en la
ciudad ) o a los supervivientes y sus descendientes. Roger Tabor se
encargó de estudiar por primera vez este fenómeno en los gatos
silvestres de la ciudad de Londres en la década de los años 80.
Responde
a un fenómeno natural conocido como efecto vacío que es
sobradamente conocido en todas las especies del planeta. Cuando una
población es retirada de un lugar determinado tiende a ser ocupada
por las poblaciones vecinas para aprovechar los recursos disponibles
hasta volver a alcanzar el nivel de densidad que el territorio puede
sostener. Solamente eliminado el acceso a esos recursos se podría
conseguir que el lugar no fuera los suficientemente atractivo para
los gatos, pero eso en una ciudad implica ejercer un control sobre un
número tan elevado de factores de una amplia zona incluidos los
humanos, que lo hace absolutamente inviable.
Tratar
de eliminar todos los gatos de una zona es un esfuerzo inútil,
costoso, carente de sentido y poco recomendable por los riesgos que
implica para la salud pública al facilitar la presencia de plagas
altamente peligrosas para la salud humana, como ha dejado claro el
Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios del Principado de Asturias.
Referencias de estudio:
Tienes que hacer referencia indudablemente a ROGER TABOR, que estudió este tema en los años 80 con los gatos de Londres.
Estudio:
Página muy interesante que habla entre otras cosas de este efecto:
http://www.alleycat.org/vacuumeffectMiembros de la Plataforma Ciudadana ProAnimales de Oviedo.
Seguro que ya lo hay, pero si no, sería interesante hacer un estudio de cómo importan y qué aportan los animales (en este caso gatos), en distintos países. Por ejemplo, tenemos el caso de los gatos del Hermitage. Un estudio que esté avalado por profesionales de los distintos países. Y luego trasladarlos a los Ayuntamientos para que vean las bondades de mantener a los gatos controlados y respetados. A fin de cuentas lo que hay en el fondo es un problema de cultura. Los gatos son vistos como plaga y, por lo tanto, como un mal que cualquiera puede paliar aun con el uso de venenos, pues la ley aunque contempla el maltrato y el envenenamiento, luego no se aplica y los asesinos de gatos saben que pueden respirar tranquilamente.
ResponderEliminarMe úno a vosotros. Yo también alimento a dos gatos desde hace unos años, en Sevilla. Y ya recibí mi amenaza de multa por ello.
He pensado incluso en preparar una campaña publicitaria (cosa que por cierto, nunca he hecho)para hacer reflexionar a la gente. Es que mientras esas cabezas brutas no entiendan el valor de un gato (o de cualquier animal), la cosa está casi imposible de conseguir. Ratas y gatos son equiparables según muchos ciudadanos. Y asesinarles es tan fácil. Pero me pregunto si desde Europa no habrán normas más fuertes que nos ayuden a nuestro objetivo. Leí hace un tiempo que una eurodiputada italiana, Paula Mazzoni creo que era su nombre, había hecho planteamientos muy interesantes respecto a los animales vagabundos.
laventandelavida@hotmail.com
Terry si no te importa convierto tu comentario en post y añado lo que le han dicho a Paula.
ResponderEliminarPero si se ESTERILIZAN TODAS LAS COLONIAS, ya no habrá más gatos abandonados ¿NO?
ResponderEliminarEl abandono de los gatos como de los perros tienen que ver con la falta de responsabilidad, formación, identificación y aplicación de sanciones a los abandonadores. No sé si se entiende que una cosa es un gato de hogar abandonado y otra cosa es un gato nacido en libertad que difícilmente se adaptaría a una casa y que vive feliz (aunque menos tiempo por que está expuesto a múltiples peligros) sobretodo si pertenece a una colonia que está controlada lo que significa que: no sufre una multiplicación que ponga en peligro la convivencia del grupo, los individuos no son tan vulnerables a las enfermedades hormono- dependientes y a otras infecciosas ligadas al hacinamiento y a la escasez de recursos. ¿Es bueno que existan gatos errantes? los que hay deben ser cuidados de manera adecuada, protegidos y respetados pero no por ello se debe facilitar su reproducción. Las políticas de exterminio que aplican muchos ayuntamientos sea por acción mediante caza y muerte o por inanición y sanción a los cuidadores no funcionan. Además de ser moralmente deplorables. Ahiora mismo estamos mas cerca del problema de que no podemos cuidar bien de todos mas que de temer por su extinción.
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